A más de 19.000 kilómetros de Argentina, escondida en la ciudad surcoreana de Suwon, se levanta una fortaleza tecnológica tan inmensa que tiene vida propia. Se llama Digital City y es el corazón donde Samsung fabrica sueños, moldea el futuro y decide cómo será la tecnología que usaremos dentro de 10 años.
Con más de 1,7 millones de metros cuadrados y 37.000 empleados que viven, comen y crean dentro del complejo, el campus se parece más a una ciudad del futuro que a una simple sede corporativa. Allí, cada puerta oculta un laboratorio secreto, cada pasillo respira innovación y cada idea puede transformarse en el próximo gran salto tecnológico.
Donde todo sucede: el cuartel general del futuro
Apenas se atraviesan los portones de seguridad, el visitante siente que ha entrado a otro mundo. Cafeterías, guarderías, gimnasios, clínicas, canchas, un helipuerto y hasta un museo propio: todo dentro del perímetro de esta “ciudad invisible” a la que solo se accede por invitación.
Los empleados lo llaman “Digital City”, pero podría llamarse perfectamente “Silicon Heaven”, el paraíso digital. Allí, ingenieros y robots trabajan día y noche para diseñar los teléfonos Galaxy, los televisores más avanzados y los electrodomésticos con inteligencia artificial que revolucionan los hogares del planeta.
El laboratorio donde las máquinas ponen a prueba a las máquinas
Dentro de los edificios, nada se deja al azar. En salas cerradas y ultra vigiladas —donde los celulares están prohibidos—, robots abren y cierran puertas miles de veces, prueban lavarropas bajo temperaturas extremas y fuerzan heladeras hasta el límite para garantizar la perfección absoluta.
Todo es parte del ritual científico que mantiene a Samsung en la cima del mundo tecnológico, un universo donde cada tornillo es testigo de años de investigación y cada algoritmo es una chispa del futuro.
Una ciudad que respira innovación (y también tiene guarderías, buses y piscinas olímpicas)
Más de 500 colectivos recorren 100 rutas diferentes cada mañana para trasladar a los empleados al complejo. Allí, se sirven 50.000 comidas diarias y 900 niños juegan en las guarderías internas mientras sus padres diseñan el futuro.
La vida saludable es parte de la cultura corporativa: un gimnasio del tamaño de un estadio, una piscina olímpica, canchas de básquet, bádminton, fútbol y hasta béisbol. Trabajar en Samsung parece más un estilo de vida que un empleo.
Tecnología y sostenibilidad: el agua también se reinventa
El campus no solo produce innovación: también cuida el planeta. En su interior funciona el Blue Wave Park, un sistema que purifica más de 11.000 toneladas de agua al día, garantizando un funcionamiento sostenible.
Mientras tanto, el Museo de la Innovación de Samsung guarda verdaderos tesoros: desde los primeros televisores en blanco y negro hasta los modelos con IA que “aprenden” del usuario.
Donde el presente se convierte en futuro
Detrás de los muros de Digital City, la historia se escribe en tiempo real. Lo que hoy parece ciencia ficción, mañana estará en tu casa. Allí nacen las ideas que mueven la economía global y reescriben las reglas del mundo moderno.
Digital City no es solo el corazón de Samsung: es el laboratorio donde late el futuro de la humanidad.
