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La Bombonera fue escenario del último deseo de Miguel Russo

La familia de Miguel Ángel Russo cumplió una de las últimas voluntades del histórico entrenador con una ceremonia íntima en la Bombonera, donde parte de sus cenizas fueron esparcidas en el campo de juego que tantas veces lo vio dirigir.

El emotivo acto se realizó días después del multitudinario adiós que el mundo Boca le rindió en el estadio. Según contó TyC Sports, el deseo de Russo fue que sus restos descansaran en los clubes más importantes de su vida: Boca Juniors, Rosario Central, Lanús y Estudiantes de La Plata.

Antes de su partida, Miguel había pedido pasar sus últimas horas en su casa, vistiendo la ropa de entrenamiento de Boca, su lugar en el mundo. En esos días, sus ayudantes Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez dirigieron al equipo en su nombre.

Uno de los momentos más conmovedores lo protagonizó su hijo, Ignacio Russo, quien al día siguiente del velorio en la Bombonera convirtió un gol para Tigre ante Newell’s y lo dedicó mirando al cielo, mostrando su tatuaje: “Todo se cura con amor”.

En las últimas horas, Rodríguez —uno de sus hombres de confianza— recordó su despedida:

“Lo último que le dije fue que lo amaba. Él seguro respondió ‘pelotudo, dale’. Fue el final de algo y el inicio de otra cosa”.

Russo se fue rodeado de afecto, dejando una huella profunda en cada club que tocó y un legado que va mucho más allá del fútbol.

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